Modo Avion | Aniversario
El 15 de agosto pasado Iceberg cumplió un año y acá hablamos de eso y de otras cosas más
1 “La esperanza es frágil pero dura de matar”, dice como al pasar Andre Agassi en esta entrevista con Andy Roddick que me recomendó el editor José Sainz, alguien que -sin querer o a propósito- se encarga de destrabarme el mecanismo de escritura cuando está bloqueado.
Obviamente hablan de tenis, que es la obsesión y el sustento de sus vidas desde muy temprana edad. Por momentos se hace muy complejo seguirles el hilo de la conversación, sobre todo por la profundidad de las capas del análisis que invierten en este deporte, algo aparentemente secundario en la vida de las personas. Igual, a esta altura, sabemos que nada es lo que parece y no podemos hacernos los boludos aunque a veces nos dé muchas ganas. Claro, tenemos que convivir con la conciencia de que una cuestión aparentemente intrascendente como mover el dedo meñique de nuestra mano derecha involucra infinitos procesos químicos, fisiológicos, físicos a nivel subatómico y, por si fuera poco, cerebrales. Algunos de estos mecanismos todavía son inexplicables por la ciencia, así que yo que ustedes me cuido de subestimar algo, inclusive un deporte.
2 En fin, trato de buscar el origen de la frase “Hope is fragile but hard to kill”(en el inglés original) que enuncia el bueno de Andre, uno de nuestros mejores pensadores contemporáneos (afirmación que hago sin ningún tipo de ironía. Sobre todo después de leer Open, las memorias que publicó en 2014). Me encuentro entonces con esta canción:
Es un tema compuesto originalmente para la película animada El príncipe de Egipto (1998). En los créditos finales la cantan Whitney Houston y Mariah Carey; después terminó como single, parte de un disco de Houston y ganó el Oscar a Mejor Canción. Ni la película ni la pieza musical me gustan, pero eso es subjetivo. Lo concreto que una estrofa reza lo siguiente:
Puede haber milagros cuando crees.
A pesar de que la esperanza es frágil, es dura de matar
Quién sabe qué milagros puedes alcanzar?
Cuando creas, de alguna manera lo harás.
Lo harás cuando creas.
Definitivamente esto me sacó las ganas de seguir gugleando. Pero sí me quedé pensando en una frase mucho más común que es prácticamente equivalente: “La esperanza es lo último que se pierde”. En este caso, el origen del dicho está más claro y tiene más aura. Viene del mito griego de la Caja de Pandora: la tal Pandora abre por curiosidad una caja con todos los males y enfermedades de la humanidad y los libera; cuando cierra la caja queda la esperanza encerrada adentro. Ergo, la esperanza es lo último que la humanidad pierde. O algo así.
3 Como la esperanza es frágil pero dura de matar y, además, es lo último que se pierde, el 15 de agosto de 2024 publicamos con Germán de los Santos y Ezequiel Clerici el primer newsletter de Iceberg. Hace un año y cinco días. Fue una nota de De los Santos sobre el caso del contador que compartían un narco local y un juez federal. Pasaron tantas barbaridades desde entonces que la sensación es que vamos corriendo detrás de una supuesta realidad que nunca vamos a alcanzar. Como le pasa a Colapinto cada vez que se sube a su Alpine. Pero bueh, es raro: nos empecinamos en cuidar ese último rayito de esperanza que nos da el periodismo y todas las semanas, durante un año, publicamos cada uno de los 55 artículos que pueden leer en nuestro substack y en la web. Inclusive muchos de ustedes los recibieron directamente en su casilla de mail. Y algunos hasta abrieron esos mails, lo cual es un milagro digno del horrendo tema de Mariah Carey y Whitney Houston que cité antes.
4 Este discurso emocional no quita que todo el tiempo tratemos de mejorar con las herramientas que nos da la contemporaneidad. Vemos lo que nos dicen las métricas, probamos ideas nuevas, prestamos atención sobre qué notas y qué temas funcionaron mejor, discutimos sobre qué redes sociales son las más adecuadas para difundir nuestro trabajo y al mismo tiempo no transformarnos en esos densos que todo el tiempo piden que los lean. Nuestra encargada de contenidos digitales, Sofía Aldasoro, nos soporta acompaña desde el principio de este proyecto en esas cuestiones y en muchas otras. Ezequiel investiga sobre el uso de la inteligencia artificial para ayudar con nuevos productos y en la diaria y yo me quejo. Germán quiere incorporar un producto audiovisual y yo me hago el sota. Igualmente, algo de todo esto va a pasar, tarde o temprano, así como se viene el primer encuentro con nuestro público en un espacio no virtual.
5 La semana pasada, Caro Taffoni escribió en Iceberg sobre el boom del streaming en Rosario. Cuando me pasó la nota para editar y la empecé a leer, le dije que me hubiese gustado que colara algo de su visión sobre el fenómeno, un firulete, una crítica mordaz, una descripción demoledora de lo que es el formato del streaming. Me contestó con un audio que transcribo a continuación, sin su permiso: “Andrelo, a mí me interesaba más el tema de una nota medio de investigación, de este tipo, porque esto no se hace en ningún otro lado. Primero porque ya no se hacen este tipo de notas y, segundo, porque los medios con otros medios no se meten mucho, porque todos tienen sus cositas. Y además, imaginate, yo ni siquiera consumo ya radio porque me parece un poco un embole, imagínate el streaming. Generacionalmente me repele. Lo poco que me gusta por ahí tiene que ver con alguna cosa que puedo ver a veces en algunos recortes con gente de mi generación, viste. Algo más periodístico que lo que llamamos contenido específico de streaming”. No pude responderle más que “tenés razón” y automáticamente entendí el valor de este año transcurrido de Iceberg. Me parece que no es necesario explicar más. Es momento de agradecer a todos los que colaboraron, a nuestra responsable de contenido digital, a quienes nos leen, a los más de mil suscriptores del newsletter y a nuestros sponsors. Y también es hora de disfrutar de la frágil esperanza que nos genera todos los días hacer esto.
6 Si bien la idea hoy es disfrutar, la semana que viene volvemos a lo nuestro: Germán de los Santos nos va a contar una historia terrorrífica que aún no tiene final, porque las complicidades y maniobras sobre lo que hay detrás del caso del fentanilo adulterado todavía no están claras.
7 Para terminar me quedan dos ideas que no quería dejar para otro newsletter, así que las voy a meter un poco a la fuerza y otro poco porque tienen que ver:
Idea 1 / Más como periodista que como paciente le pregunté la semana pasada a mi psiquiatra si era cierto lo de la explosión de consultas de personas necesitadas de ayuda con respecto a su salud mental. Me dijo que un poco sí y me dio algunos datos y explicaciones muy interesantes, pero de todo lo que habló me quedó esto: “Es que cada vez hay más gente que siente que pierde su libertad”. A la marosca, Jorge (así se llama mi psiquiatra): la libertad forma parte del discurso público todo el tiempo y cada vez más gente sienta su carencia. Quiero creer que acá en Iceberg hay un poco de la libertad que nos queda.
Idea 2 / Viene con un link a un video, como es casi costumbre. Si alguno leyó otras de las cosas que escribí en Iceberg capaz que ya se dio cuenta que hay trucos que se repiten: la cita como disparador, las metáforas deportivas, el momento epifánico en que me doy cuenta de algo de sopetón y los links de videos. En este caso, como mis socios me pidieron que sea “luminoso” a la hora de pedir que consideren ser suscriptores pagos, que lean, compartan o difundan nuestro trabajo, los quiero dejar con esta escena de una de mis películas favoritas: la parte en que un deseo individual se transforma en colectivo. Pasa de “Si lo construyes, él vendrá” a “Constrúyelo, y la gente vendrá”.