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Viaje al corazón del streaming rosarino

A la sombra de los gigantes porteños, un grupo de empredimientos locales busca su nicho y la sustentabilidad dentro del más reciente fenómeno de los medios de comunicación

 |  Carolina Taffoni  |  A fondo

Para entender el nivel de fascinación que ejercen los canales de streaming en una parte del público joven basta asomarse a cualquier publicación en Linkedin del canal porteño Olga. Cuando el medio comandado por Migue Granados y otras figuras solicita personal para trabajar en la empresa (editores, productores, técnicos, etc) se produce inmediatamente una avalancha de miles y miles de chicos y chicas que dicen entusiasmados “ahí les mandé mi CV!” o “Mil gracias por la oportunidad!”. No les importa que les paguen menos que en un canal de TV de aire por ese mismo puesto. Lo que les importa es “entrar” en Olga, porque el streaming (al menos en ese nivel) ahora es lo cool, es lo que tiene una pátina de prestigio, es su espacio de referencia.

Los canales de streaming son un fenómeno de la post pandemia por el que pocos apostaban en serio. Híbrido entre la radio y la televisión -y a caballo de la estética fragmentada de las redes sociales-, el streaming tuvo un crecimiento volcánico en los últimos dos años, compitiendo en repercusión con los contenidos de la tele y la radio. El puntapié inicial lo dio Luzu TV en 2021 y después de esa inesperada experiencia exitosa vinieron OlgaBlenderGelatinaBondiNeura y la lista continúa. Conductores como Nico Occhiato, Migue Granados o Pedro Rosemblat ya son estrellas por derecho propio para el público millennial y centennial. Incluso si jamás te asomaste por la programación de un canal de streaming, los vas a ver hasta el hartazgo en los “recortes” de las redes sociales.

Como no requieren de una gran inversión inicial (comparada con un canal de TV) y tampoco necesitan licencia o permiso del Estado, los canales de streaming crecieron como hongos. Y Rosario no fue la excepción. En una ciudad con un mapa de medios muy limitado -y con los tradicionales luchando por sobrevivir-, el streaming rosarino tuvo sus primeras experiencias bastante temprano, entre 2022 y 2023. Incluso antes de la aparición de un peso pesado como Olga, que después fue tomado como modelo absoluto de gestión comercial y artística.

El paisaje local del streaming es tan variopinto como cambiante, pero tiene dos líderes claros. El primero es Brindis TV, el canal que nació en el multimedios La Capital en marzo de 2023 y que fue creciendo hasta llegar a sus actuales 37.200 suscriptores en YouTube. Las grabaciones de sus programas tienen entre 100 y 600 visualizaciones, y su ciclo estrella es Cabaret Voltaire, que se despega claramente con entre 15 mil y 40 mil vistas. En segundo lugar está Abitare (16.400 suscriptores), que tiene en su grilla, entre otros, a Roberto Pettinato y al Dr. Chinaski (alias del mediático psicoanalista rosarino Javier Pérez). Estos personajes hacen que algunos programas superen las mil vistas. Aquí hay que aclarar que son los videos de los programas grabados los que se llevan todas las vistas, así como los reels de Instagram, porque en el streaming las visualizaciones en vivo suelen ser muy bajas.

El canal de streaming que más ha crecido en poco tiempo es Rosario La Ciudad, que arrancó este año y ya acumula 9.240 suscriptores en YouTube. Con videos que oscilan entre las 90 y 700 vistas, Rosario La Ciudad tracciona público de su portal digital homónimo (que se lanzó hace dos años) y de sus cuentas de X (55 mil seguidores) e Instagram (344 mil). Fue justamente en estas redes sociales donde el titular de este medio, Gonzalo Álvarez Conde, empezó su carrera mediática posteando fotos de su ciudad natal.

Más atrás en la lista se ubican algunos canales que podrían agruparse por algunas características particulares. Vorly (2.340 suscriptores), por ejemplo, es propiedad de un veterano de los medios, Orlando Vignatti, dueño del sitio Versión Rosario, de LT9 de Santa Fe, otrora fundador de El Ciudadano y accionista de La Capital. Al contrario de Brindis y Abitare, que toman más la impronta de Luzu y Olga, la programación de Vorly funciona casi como la de un canal de cable, con programas convencionales segmentados por temática. Lo mismo pasa con Agofa TV (4.780 suscriptores), que surgió como plataforma complementaria a la FM 93.5 (Del Plata Rosario). Este canal tiene una programación muy variada, pero a sus videos les cuesta pasar las 100 visualizaciones.

El mapa del streaming rosarino se completa con Lat Stream (6.700 suscriptores), Mística TV (4.190), Blue RTV (3.000), Barrio (820), Factos (776) y La Oficina (270). El caso de Barrio es curioso: se lanzó este año y apareció como gran noticia porque su propietario es Tomás Messi (sobrino de Lionel, nada menos), que antes tenía su propio programa en Abitare. Sin embargo, a pesar de manejar un presupuesto considerable y de contar con una programación bastante sólida, este canal no termina de arrancar.

Los medios rosarinos siempre han estado marcados por un clima de inestabilidad y el streaming, por supuesto, no es la excepción. El canal Mix On TV, que hasta 2024 figuraba como uno de los más vistos, con casi 9 mil suscriptores, dejó de transmitir en diciembre del año pasado. Mix On se apagó, de un día para el otro, sin ninguna explicación. En el reducido ambiente del streaming se comenta que sus dueños, un grupo inversor cripto, no pudo sostener más el proyecto.

¿Por qué son atractivos?

Los críticos de los canales de streaming los señalan como “una moda pasajera”, que podría asemejarse a booms gastronómicos como las cervecerías artesanales o las hamburgueserías. Otros más incisivos los describen como “televisión barata” o “más panelismo”. Sin embargo, no se puede negar el impacto que han tenido estos canales y cómo se posicionaron rápidamente en el mapa de los medios de la Argentina. “El streaming no es innovador, pero sí es altamente novedoso”, dijo a Iceberg Juan Mascardi, periodista rosarino especialista en comunicación digital. “Lo que más me llama la atención es su desjerarquización de figuras, personalidades, entrevistados y agenda. Hay un quiebre dentro de lo que entendemos como la agenda mediática tradicional y eso me parece interesante. Además hay una generación de millennials en puestos ejecutivos y de decisión. Y hay una descontractura que la televisión, en parte, no tuvo”, señaló.

Para Mascardi también es relevante “la explicitación ideológica”. “En el streaming no se oculta ni se disfraza una toma de posición: se aborda la comunicación militante sin ningún tipo de pudor. Eso es novedoso. No es necesariamente atractivo, pero sí diferente con respecto al modo en que históricamente los medios generalistas construyeron su lugar de objetividad”, afirmó. En Rosario hay dos ejemplos en ese sentido: Mística TV pertenece a la agrupación política Qué Te Pasa, afín al peronismo, y el canal Factos es una iniciativa de Ciudad Futura.

Si hay un público rosarino del streaming se podría decir que nació con Brindis TV, que además suma público de Buenos Aires y otras provincias. El canal arrancó en marzo de 2023 como parte del multimedios La Capital (y funciona en el mismo edificio del diario, en Sarmiento 763), lo cual significó un espaldarazo importante. Su fundador y director general, Matías Salvatierra, subraya la palabra “pioneros” cuando habla de Brindis. “Fuimos los primeros en Rosario y en el interior. Y somos el canal con más suscriptores en el interior del país”, dijo en diálogo con Iceberg. “Además fuimos los primeros en profesionalizar el streaming, en pagarles a los conductores y productores”, destacó.

En la opinión de Salvatierra, el streaming se destacó enseguida por “una forma de comunicar más genuina y menos impostada”, y también por un “rechazo al periodismo tradicional, a los medios tradicionales”. No obstante, acto seguido aclaró: “Yo no tengo nada en contra de los medios tradicionales, de hecho nosotros estamos ubicados dentro de un multimedio tradicional y muchos de nosotros somos comunicadores o estudiantes de Comunicación Social. Pero en la experiencia subjetiva de la gente o en el sentido común estaba esa idea. Y también hay un presidente electo que se manifiesta en contra de los periodistas. Creo que todo eso sumó al auge de los canales de streaming”, se explayó.

Si bien Brindis dobla en suscriptores o vistas a otros canales de Rosario, ellos saben bien que, como pasa con otros medios como la televisión, la radio o la gráfica, siempre se va a estar a la sombra (larguísima) de Buenos Aires. Luzu, el medio líder, acumula más de dos millones de suscriptores, Olga suma 1.800.000 y Blender tiene 486.000, por citar tres ejemplos. “Hay que diferenciar lo que pasa en Buenos Aires de lo que pasa en el interior”, dice Salvatierra. “Si bien el streaming democratiza la comunicación, después por el alcance, las figuras y el presupuesto, en Buenos Aires terminan concentrando las audiencias. Sobre todo por la capacidad económica y por apoyarse mucho en figuras de la televisión que traccionan. Desde el interior es más complejo. Nosotros planteamos desde el principio que Brindis tenía el desafío de crear figuras. Igual ahora todos están concentrados en el desafío de cómo monetizar. Y nosotros nos reformamos todo el tiempo, con una estructura muy flexible para adaptarnos”, explicó.

Sobreoferta y reconversión

Los canales de streaming son un fenómeno relativamente nuevo, pero vivimos tiempos tan acelerados que la palabra “reconversión” ya entra en su diccionario. “Hoy nos concebimos como una productora audiovisual, más que como un canal de streaming, con soluciones de difusión, de generación de contenido y al mismo tiempo de agencia”, dijo el director de Brindis. “Cada medio tiene que ver cómo se reconvierte para ofrecer algo más que la transmisión en vivo. Nosotros tenemos un equipo de camarógrafos, editores, productoras y productores que trabajan constantemente en los contenidos. También nos importa la territorialidad: trabajamos en la calle desde el primer día, con movileras y movileros, y ahora estamos trabajando en la realización de eventos presenciales. Hay que reinventarse todo el tiempo porque los contenidos rápidamente se agotan. Hay que ser original porque en este momento hay una sobreoferta”, aseguró.

Es justamente en la saturación de contenido donde lo distinto gana. Tal vez por eso el programa más visto del streaming rosarino es Cabaret Voltaire, el ciclo de historia y política conducido por Tomás Trapé y Mauricio Vera, que va los domingos a las 22 por Brindis. Según Salvatierra, Cabaret Voltaire logró “romper la lógica” de lo que se espera de un ciclo de streaming. “Es un programa que se cuela en los streamings porteños, que tiene alcance nacional. Y es un programa que va a otro ritmo. Por eso nosotros decimos que no es una carrera de velocidad, es una carrera de resistencia. Ellos batallan contra la inmediatez y para el programa a lo mejor tienen que leerse tres libros. Se nota que trabajan y estudian mucho para cada programa”, subrayó.

Después de BrindisAbitare TV es el canal rosarino que más suscriptores y visualizaciones suma. Su cara visible es Damián Fortunato, que se presenta como “creador y uno de los accionistas de Abitare Comunicaciones”. Damián es conocido porque fue uno de los participantes de Gran Hermano en 2007, en aquella recordada edición del reality que tuvo como ganadora a Marianela Mirra. Devenido productor de espectáculos y hombre de negocios, resalta siempre el término “estructura” cuando habla de Abitare. “Somos el estudio más importante y más imponente de la ciudad, con un nivel técnico que sólo lo vas a poder encontrar en Buenos Aires”, dijo a Iceberg. “Tenemos estructura y figuras a nivel nacional, con la espalda financiera y económica de un grupo inversor detrás que no va a dejar caer el proyecto. Hoy estamos ubicados en un edificio de tres pisos que tiene nuestra administración incluida (en Sarmiento al 500). Tenemos tres salas de streaming, una sala de música y otro estudio mayor para programas de televisión. Trabajamos con cámaras 4k con embellecimiento facial y tenemos seis cámaras dentro del estudio. Creo que tenemos la mejor técnica, la mejor artística y la mejor estructura”, afirmó.

Cuando menciona a “figuras a nivel nacional”, Fortunato se refiere a Roberto Pettinato, que viaja todas las semanas a Rosario para grabar su programa En una con Pettinato. El creador de Abitare destacó además los ciclos que conducen Lo Lumvrise (Fingiendo demencia) y Lolo Belloso, hijo del presidente de Central, Gonzalo Belloso (Degenera2). El canal también suma visualizaciones con un concurso de canto de género urbano y la participación de algunos influencers en su programación.

A pesar de que ve al streaming “como un espacio experimental”, que por momentos le resulta “tedioso”, Juan Mascardi aseguró que “la aparición de estos nuevos canales es muy valiosa, porque amplía los márgenes del discurso audiovisual en Rosario”. “No es sólo por la irrupción de nuevos actores en la escena, sino también por la participación de otros con trayectoria en medios tradicionales. Durante las últimas tres décadas, la televisión rosarina tuvo escasa participación de actores y actrices dentro de los formatos de producción local. El streaming, aun con estructuras incipientes, abre la puerta a otras figuras que históricamente habían quedado fuera del ecosistema mediático. Esa ampliación de voces, estéticas y perfiles es un dato importante”, señaló.

Hablemos de plata

En abril pasado, la agencia de medios OSA publicó que, por primera vez, la inversión digital había superado a la de la televisión en Argentina. Según OSA, el streaming se consolidó en el país con un crecimiento interanual en total views en Youtube del 218%, con 4,5 millones de espectadores mensuales en canales de streaming en esa plataforma, y un consumo que pasó de 23 a más de 29 minutos diarios promedio. En términos de soportes, la TV tuvo una retracción (-21% en segundos) y también la gráfica (-17% en páginas), mientras que la radio se mantuvo estable, con una leve suba del 4%.

¿Estos números indican que los medios tradicionales están en declive mientras el streaming florece? “No, no hay correlación de ambos procesos, hay una coincidencia temporal”, contestó a Iceberg Martín Becerra, investigador del Conicet y especialista en política de medios. Y agregó: “No es que los medios tradicionales acusen una merma de sus ventas publicitarias a causa del streaming, porque la tendencia a la baja de ingresos es muy anterior. Además, las apuestas para generar plataformas mercantilizadas de streaming son un movimiento de incipiente industrialización. Más allá de las profecías apocalípticas sobre el fin de los medios tradicionales, el streaming no es un reemplazo. Es más bien un complemento que obliga a revalorar el vivo y el directo que le dio a la radio y a la tv significación social masiva”, analizó.

Mascardi, por su lado, opinó que el streaming le termina sacando ventaja a los demás medios por su poder de adaptación. “Los canales de streaming pusieron en evidencia la lentitud con la que los medios tradicionales reaccionaron ante la necesidad de explorar nuevas vías de financiamiento. En muchos casos, los proyectos de streaming muestran una capacidad de diversificación de las propuestas que resulta notable, no sólo desde lo económico, sino también desde lo narrativo”, puntualizó.

En el streaming no funciona tanto la típica tanda ni el PNT (pauta no tradicional) que inunda la televisión, y por eso tuvieron que generar nuevas formas de publicidad y estrategias de marketing. “Nosotros no vendemos espacio, vendemos contenido”, dijo Matías Salvatierra. “Le generamos contenido a las marcas. Y también le acercamos el producto a la gente en la calle para que opine. No es nada nuevo, la televisión lo ha hecho, pero esos formatos se fueron actualizando. La publicidad en el streaming se maneja con la lógica de las redes sociales: mensajes muy breves y atrapantes. Tratamos que la gente construya el relato de la marca, que opine del producto, con humor y con espontaneidad”, explicó.

Para Damián Fortunato “el streaming no es rentable, al menos inicialmente. Tampoco es un negocio a corto plazo, es largoplacista, se sostiene principalmente con las publicidades. Acá en Rosario todavía no impactó tanto como en Buenos Aires, entonces las publicidades que podés obtener no van a generar la rentabilidad del gasto que conlleva sostener un estudio como el que tenemos nosotros. Inicialmente no lo veo como modelo de negocio, pero a futuro se puede lograr. Creo que el streaming llegó para quedarse más allá de que muchos lo ven como una moda. Además el streaming es gratis. Es uno de los medios más poderosos del país y es gratis”, enfatizó.

Cómo sobrevivir

¿Podrán sostenerse los canales de streaming? ¿Podrán crecer y diversificarse? ¿Lograrán crear un lenguaje propio? ¿Se convertirán en un actor importante dentro del frágil mapa de medios de la Argentina? “El streaming enfrenta muchos desafíos a futuro”, respondió Mascardi. “Creo que los canales que aspiren a sostenerse en el tiempo necesitan definir con claridad ciertos códigos de funcionamiento, tanto a nivel editorial como institucional, especialmente si proyectan un crecimiento o incluso si simplemente buscan mantenerse en una línea de flotación”, estimó.

El periodista rosarino aclaró que “todo esto debe pensarse caso por caso”. “Los proyectos son muy disímiles entre sí, tanto en sus estructuras como en sus apuestas ideológicas, sus modelos de financiamiento y sus vínculos con la audiencia. El streaming es, todavía, un campo en disputa, en plena etapa de consolidación, donde conviven lo experimental con lo empresarial, y lo comunitario con lo hiperestructurado”, consideró.

En la mirada de Salvatierra, los desafíos del streaming son los que puede tener cualquier medio en el país. “Los medios están atravesando un momento difícil, ya no son tan rentables como antes. Además hay mucha competencia en la Argentina, aunque eso en el fondo es bueno porque sube la vara. Creo que sobrevivirán los que mejor se adapten y puedan reinventarse todo el tiempo, los que sean capaces de crear contenido original, los que tengan estructuras flexibles”, opinó el fundador de Brindis.

El creador de Abitare, por su parte, es optimista a pesar de los retos que enfrentan estos nuevos medios. “El desafío a futuro es posicionarnos como el medio más importante de la ciudad. Me gustaría que sea el medio más importante de Rosario, superando a canales ya establecidos como Canal 3 y Canal 5, que en realidad son Canal 13 Telefe Rosario”, dijo Fortunato. “Claro que falta tiempo para que esto suceda, para que el streaming se consolide y no sea visto sólo por gente que va de los 15 a los 25 años. La franja etaria a conquistar es la gente que tiene más de 40”, apuntó.

Más allá de las dificultades visibles, también hay algunas cuestiones que se esconden detrás de la pantalla. Y no son menores. “Uno de los principales problemas de los canales de streaming en el país es la dependencia absoluta de Google (YouTube) y de Amazon (Twitch)”, explicó Becerra. “La programación algorítmica de estas plataformas premia o castiga, según los criterios cambiantes y opacos de sus casas matrices, determinados contenidos, formatos y temas. Eso implica que mañana Google o Amazon deciden alterar una variable de su programación algorítmica, como ya ha ocurrido, y le restan tráfico y visibilidad en gran magnitud a determinados canales o programas de streaming. Esta dependencia no es cuestionada por el ecosistema de streaming, eso se acepta acrítica y mansamente. Y me parece peligroso si el objetivo es consolidar espacios de producción y circulación de contenidos propios”, señaló.

Los canales locales, no obstante, están focalizados en cuestiones más inmediatas, en las métricas del último mes, en la urgencia cotidiana: sostener el financiamiento, generar una programación que sea atractiva para su nicho de audiencia y sintonizar con la publicidad y las empresas en una época de profunda recesión económica. En medio de la tensión por viralizarse y multiplicar las vistas, una palabra tan grande como “futuro” puede esperar.


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