Modo Avión | Perú, el país en el que nadie llega a destino
Sectores políticos en la Argentina enarbolan las ventajas del modelo peruano, con un Banco Central independiente. Esa estabilidad choca contra un profundo proceso de desprestigio institucional.
Sectores políticos en la Argentina enarbolan las ventajas del modelo peruano, con un Banco Central independiente. Esa estabilidad choca contra un profundo proceso de desprestigio institucional.
1. En Lima, Perú, el caos en el tráfico es parte de la identidad de la ciudad. Es tan frenético y complicado moverse por sus calles que muchos limeños, a veces, no saben cómo hacerlo. En los años 70, un extraño en esa urbe, el suizo Oliver Perrottet, logró algo imposible: reunir en una guía todos los recorridos del transporte público. Este raro personaje estuvo años tomándose colectivos que lo llevaban a destinos inciertos, porque muchos cambiaban sus recorridos y transformaban a Lima en una ciudad impredecible. Era difícil llegar al lugar que uno quería. Los limeños lo hacían a su manera, un poco caótica, pero no necesitaban una guía, un protocolo para viajar por los intestinos de la ciudad, porque sospechaban que las entrañas de esa masa de tráfico se transformaba todo el tiempo. La guía de Perrottet fue un fracaso.
2. Hace un par de semanas participé de un congreso en Miraflores, en Lima, un barrio que está sobre la costa del Pacífico pero parece alejado del Perú real. En la esquina del hotel donde me hospedé está el restaurante Maido, un icono de la cocina internacional peruana. El dueño, Mitsuhara Tsumura, es uno de los cocineros que reinventó la comida peruana y logró ponerla de moda en el mundo. El lugar parece una fortaleza. No tiene ventanas. Hay guardias de seguridad vestidos de traje negro que parecen de la serie Homeland. En la entrada hay unos troncos de eucalipto que le dan más aire de lugar infranqueable. Las reservas están agotadas desde hace un año. Y la degustación de 18 pasos más económica cuesta 350 dólares. A dos cuadras está el bolichón Miramar, donde por 5 dólares se puede comer un ceviche increíble, con una porción de causa y de chicharrón de pescado en esa zona del Perú ficticio moldeado para los turistas.
3. En ese barrio, donde los empleados municipales lustran los bancos del parque Kennedy, que luce impecable, la crisis que atraviesa Perú parece difuminada. En la Argentina sectores del liberalismo económico clásico ponen como ejemplo a Perú en un punto polémico: las crisis políticas no afectan la economía doméstica, que en el primer semestre creció un 2,5 por ciento.
La demanda interna se amplió un 3,8. La tasa de desempleo bajó al 6,8 por ciento, aunque los niveles de informalidad laboral son muy altos. A un peruano que gana un sueldo mínimo no le alcanzaría para ir al restaurante Maido: el salario básico es de 280 dólares, uno de los más bajos de América Latina.
La broma que circula entre los peruanos es que el país se sostiene sobre dos columnas: el ceviche y Julio Velarde, el presidente del Banco Central de Perú desde 2006 y arquitecto de la estabilidad económica de este país que, desde hace una década, entró en un proceso de degradación institucional que llevó a que tres presidentes no terminaran su mandato. Hasta que murió Alberto Fujimori, en la cárcel de Bardillo había tres expresidentes, con Alejandro Toledo y Pedro Castillo. Toledo, de 78 años, fue condenado a 20 años de prisión por recibir un soborno de 35 millones de dólares de la constructora brasileña Odebrecht. A cambio le otorgó la construcción de una ruta que une Brasil con la costa del Perú. Toledo fue una de las últimas esperanzas de Perú que también se fueron a la banquina. La corrupción en torno a Odebrecht dejó un tendal. Porque otros presidentes también fueron salpicados, como Ollanta Humala y Pedro Pablo Kuczynski, que están procesados, y Alan García, que se suicidó en 2019 cuando iba a ser detenido.
4. La crisis política de Perú es tan intensa que la actual jefa de Estado Dina Boluarte, congresista que reemplazó a Castillo, tiene apenas el 5 por ciento de respaldo popular.
Como contracara, el retrato de Velarde aparece entre los peruanos notables cuyas fotografías se exhiben en el parque Kennedy. La mayoría son cocineros, como Gastón Acurio, Virgilio Martínez y Tsumura. Los chefs en Lima son celebridades. Se hicieron millonarios y son, dentro del entramado social, quienes tienen más prestigio y éxito y recargan la autoestima peruana deteriorada por una crisis endémica.
5. El modelo peruano, al que muchos en Argentina tributan veneración, también incluye violencia política, con una salvaje represión entre diciembre de 2022 y marzo de 2023, tras la destitución de Castillo, luego de intentar un autogolpe, que dejó 50 muertos. El miedo a ser blanco de la violencia del Ejército y de la policía caló hondo. Las protestas se apagaron, pero la crisis es aún más profunda.
Lima vive hoy conmocionada por un nuevo drama: las extorsiones y asesinatos contra choferes de colectivos. Fueron blanco de las balas, tres en menos de dos meses. La población, en esa contradicción que envuelven las crisis, pide la intervención de las fuerzas armadas en la lucha contra el delito. De los mismos que fueron los verdugos de los asesinatos en las protestas.
No aparece en el horizonte ninguna referencia política que aporte certeza, porque se vive en una crisis permanente, con un deterioro muy fuerte a nivel de las instituciones democráticas, pero con una economía que absorbe ese caos.