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Política

Zapatitos blancos

El abogado Nicolás Mayoraz es un católico conservador rosarino, formado en el peronismo de derecha y diputado nacional por LLA. Un jugador de todas las canchas y pierna fuerte que rara vez se embarra

 |  Ezequiel Clerici  |  A fondo
Nicolás Mayoraz. Congreso de la Nación Argentina | Fotográfo: Federico López Claro / Clarín

El abogado Nicolás Mayoraz es un católico conservador rosarino, formado en el peronismo de derecha y diputado nacional por LLA. Un jugador de todas las canchas y pierna fuerte que rara vez se embarra

La peregrinación de apoderados del Partido Justicialista (PJ) a la sede de Crespo 2378 en la capital santafesina había sido constante aquel 24 de febrero de 2011. Era el último día para presentar listas en todas las categorías que competirían en las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) de mayo. El edificio pejotista era un hervidero de personas que iban de un lado a otro con un andar pesado y cansino. Cuerpos desbordados, negociaciones sin margen y roscas secretas a la vista de todos en una mezcla de humo de cigarrillos, sudor y humedad. Parado en ese hall sofocante, de impecable traje de lino blanco y carpeta bajo el brazo, el abogado rosarino Nicolás Mayoraz esperaba su turno para certificar la lista Todos Somos Rosario que competiría en la interna del armado panperonista Frente Santa Fe para Todos, en las categorías intendente y concejal. “Esa lista la armamos entre colegas del derecho que nos identificábamos con la doctrina justicialista, en contra del aborto y opositores al gobierno kirchnerista”, recordó Arturo Araujo, expresidente del Colegio de Abogados de Rosario, que en ese entonces fue precandidato a intendente en la lista que Mayoraz encabezaba para concejales. Al momento de aquella elección de 2011, el ahora diputado nacional por La Libertad Avanza (LLA) ya era un nombre conocido en los círculos religiosos que se oponían a la Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE). En 2008 fue parte del articulado que lideró el ex arzobispo de Rosario, José Luis Mollaghan, y sectores evangélicos contrarios a que el Concejo Municipal emitiera su apoyo al tratamiento de un proyecto de ley IVE en el Congreso de la Nación. En esas jornadas de protestas provida, Mayoraz conoció a un joven Walter Ghione, que una década más tarde sería su socio político para llegar a la diputación provincial detrás de la figura de Amalia Granata. 

Esa experiencia electoral que no superó la Paso está precedida por una militancia política en el peronismo de derecha que tiene su origen en el secundario. Mayoraz (56) estudió en el colegio de los hermanos Maristas, donde conoció al profesor de historia Luis D’Aloisio. Este docente peronista y conservador católico fue miembro fundador del Centro de Estudio para la Política Exterior Argentina (Cepea), un semillero de políticos, funcionarios, académicos y burócratas estatales con responsabilidad en la provincia y la nación. Por esa estructura formativa de cuadros pasaron profesionales como Alejandro Grandinetti, Marcelo Gastaldi, Gustavo Marini, Marcelo Gullo, Jorge Simón y Carlos Jesús Scalzotto, entre otros. “El Cepea era peronista. Leíamos Comunidad Organizada, El modelo argentino para el proyecto nacional, etc. Había quienes venían del nacionalismo, del propio peronismo, democristianos y algún radical”, detalló un miembro de la justicia federal que lo describió como un grupo de estudio.

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Mayoraz proviene de una familia de clase media acomodada del centro, estudió abogacía en la Universidad Nacional de Rosario (UNR) y se especializó en Derecho Administrativo por la Universidad Católica Argentina (UCA), donde también cursó un doctorado en leyes. Durante los 90 formó parte de la cátedra de Derecho Constitucional (UNR) que dirigió Iván José María Cullen, de quien sería discípulo, empleado y más tarde socio en el Estudio Cullen. Como adscripto en la Facultad de Derecho, compartió funciones con el ex candidato a intendente de Rosario por el peronismo, Roberto Sukerman, que en 2011 le ganó la interna justicialista para concejal con la lista del Frente para la Victoria.

“Mayoraz dejó el fuero federal para ir a trabajar con Cullen”, en dónde cumplió funciones como relator. El que recordó ese salto al sector privado fue el abogado Maximiliano Toricelli, que trabajó para Cullen en la misma época. Torricelli describió a Mayoraz como un tipo tranquilo, diplomático, de gran capacidad para lidiar con personas de perfiles difíciles. Todas cualidades que se conectan con otra descripción que realizó una persona que también trabajó con el abogado y conoce su temple para gambetear situaciones tensas: “Vestido de blanco en una cancha embarrada, juega al fútbol y no se ensucia”.

Mayoraz en el acto de lanzamiento de LLA en Rosario | Imagen: LPO
Mayoraz en el acto de lanzamiento de LLA en Rosario | Imagen: LPO

En su rol de litigante para el Estudio Cullen, Mayoraz fue “una persona creativa que sabía cómo manejar las causas de suma cero para no perder”, lo que no implica necesariamente ganar en palabras de Toricelli. “Por ejemplo: sabía cómo estirar la vida útil de una cautelar lo máximo posible para hacer que el costo de continuar el litigio se vuelva intolerable y obligue a las partes a negociar un acuerdo”, explicó. Herramientas de este tipo son comunes en el enfoque constitucional –del que Mayoraz se define como especialista– lo que permite ejercitar el arte de jugar al fleje con los instrumentos de los códigos legales de interpretación abierta. Ese rasgo pícaro y mañero para el andar judicial lo llevó a dedicarse al “manejo de litigios con gran cantidad de actores por temas relacionados con daños masivos, regulaciones gubernamentales inconstitucionales, etc.” Impronta que le abrió las puertas a la lucrativa representación de sindicatos con su propio estudio jurídico, Mayoraz & Asociados. La Asociación Empleados de Comercio (AEC) y Luz y Fuerza de Rosario –gremios pesados– y la Unión de Obreros Metalúrgicos de Villa Constitución, de histórico perfil combativo, estuvieron bajo su tutela personal.

Como representante legal de los sindicatos, este “argentino y de derecha” (como se autodefine en X), no solo discutió ante la patronal las condiciones laborales de sus representados. También fue quien, a pedido del sindicato de comercio de Rosario, diseñó el proyecto de ordenanza de adhesión a la ley 13.441 de descanso dominical. La sanción de esa normativa en 2016 se dio en un escenario de conflicto entre la Asociación de Supermercadistas Unidos de Rosario, AEC y el cuerpo legislativo que aprobó la norma por amplia mayoría. Al año siguiente la ley provincial será declarada inconstitucional por la Corte Suprema de Justicia de Santa Fe, dando vía libre a las grandes cadenas para retomar la actividad comercial los domingos. El fallo del supremo debió recurrir a un desempate que quedó a cargo del camarista Abraham Luis Vargas. El letrado votó en sintonía con la posición de Rafael Gutiérrez, Eduardo Spuler y Mario Netri.

Protesta de trabajadores de Comercio | Imagen: AEC Rosario

La ley de descanso dominical y la adhesión de Rosario que redactó Mayoraz & Asociados, contó con dos apoyos importantes: la iglesia católica y un sector de los evangélicos representados en el Concejo de Pastores. Ambas instituciones hicieron lobby en favor de la norma por la importancia del domingo para sus ritos religiosos. En ambos sectores operaban dos conocidos de la militancia provida que se volvían a encontrar en la arena del Palacio Vasallo: Ghione, para ese momento pastor y asesor del concejal Carlos Cossia, y el propio Mayoraz, católico devoto con terminales en la curia y el Opus Dei.

Para ese entonces el abogado se había alejado del Pro Rosario por falta de sintonía con Federico Angelini, ex hombre fuerte y referente del macrismo santafesino. La cercanía al espacio amarillo había empezado en 2013 con el apoyo del letrado a la candidatura de Anita Martínez. La ex periodista televisiva daba el salto a la política al ganarle la interna a Diego Giuliano, un político profesional. Los cambios de piel que permite la política argentina hicieron que el ahora bullrichista Angelini y el libertario Mayoraz vuelvan a compartir puntos de vista como consecuencia de la llegada de Javier Milei a la presidencia de la república. 

En 2018, la decisión del gobierno de Mauricio Macri de dar luz verde al debate en el recinto del Congreso de la Nación a un proyecto de ley IVE fue un punto de inflexión para el movimiento de mujeres y los sectores cristianos conservadores. La necesidad de desviar la atención de la creciente crisis económica que carcomía al oficialismo llevó a una profundización de la grieta, que tensionó a la propia base de votantes de Juntos por el Cambio (JxC). Desde los sectores católicos conservadores, actores como Mayoraz comenzaron a tener una militancia activa en rechazo a la sanción de la IVE. Personas que participaron de ese proceso –y que mantuvieron vínculo con Mayoraz desde la instauración de la marcha del Día del Niño por Nacer en 1999–, contaron a Iceberg que el abogado provida recorrió distintos países del mundo para “estudiar las luchas antiaborto” y usar esa experiencia a nivel local.

Durante ese proceso, el pastor Ghione y Mayoraz compartieron actividades en rechazo a la IVE. En uno de esos actos en el Monumento a la Bandera, Ghione convocó a Granata, que había abrazado por igual la causa celeste como el gusto por la política. La reacción del público provida frente a la mediática impresionó al pastor evangélico, que buscaba armar una candidatura a diputado provincial mientras trabajaba en el inconcluso proyecto presidencial del exdiputado por Salta, Alfredo Olmedo. 

Mayoraz, Amalia Granata y Walter Ghione | Imagen: Viapaís.com

El rechazo del senado a la media sanción de diputados del proyecto de ley IVE –junto con la politización que experimentaron los sectores religiosos conservadores– fue el impulso decisivo para ir en busca de Granata para encabezar la lista de diputados provinciales. El ofrecimiento llegó a través de la UTE electoral Ghione-José Bonacci –dueño del partido Unite, padre y asesor de la actual diputada nacional por LLA, Rocío Bonacci–, que pedía como compensación por el primer lugar de Granata el armado de una lista provida. Con ese objetivo en mente, Ghione le ofreció el tercer lugar a Mayoraz, que se comprometió a acercar fondos para la campaña. Mayoraz aportó el nombre de Natalia Armas Belavi, de extracción católica, y el pastor al evangélico Juan Domingo Argañaraz y Betina Florito, esposa del armador político santafesino Cristian Hoffmann. Matrimonio político que en la actualidad se referencia en Encuentro Republicano Federal de Miguel Ángel Pichetto.

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En 2019, en la etapa final del gobierno de Mauricio Macri, fue detenido Herme "Vino Caliente" Juárez, ex secretario general del Sindicato Unidos Portuarios Argentinos (SUPA) y se intervino la Cooperativa de Trabajadores Portuarios de Puerto General San Martín. El estudio jurídico de Mayoraz comenzó entonces una pulseada amistosa con el bufete de abogados Casanova, Mattos & Salvatierra que duraría dos años. La pelea de fondo de ese tire y afloje, que incluso contó con la atención del presidente Alberto Fernández en plena pandemia, era el negocio millonario de la representación legal de la entidad cooperativa,  llave de paso para establecer contratos y cánones entre empresas de servicios y los puertos privados del cordón industrial. La pulseada escondía una interna de poder sindical que se terminó de definir en la Cámara Federal de Rosario, que llamó a elecciones para la normalización de la cooperativa. El 15 de septiembre de 2021 los 120 socios originales eligieron a la lista Celeste y Blanca, opositora a Herme Juárez y patrocinada por Mayoraz & Asociados. Para ese entonces, el abogado y diputado provincial celeste se encontraba en pleno proceso de cambio de piel hacia las fuerzas del cielo del economista Javier Milei.

La primera división que sufre el grupo de diputados electos que llega a la cámara provincial apalancados en los votos de Granata se da en la transición hasta la asunción. Luego de varios meses de no ponerse de acuerdo en el reparto de poder, la fonoaudióloga Florito se mantiene en la orilla de la mediática (“Somos Vida”) y el resto se agrupa en “Somos Vida y Familia”, con Mayoraz como jefe de bloque. Emiliano Peralta, joven católico de Reconquista y miembro de una familia de abogados, se había quedado afuera de la legislatura por escaso margen de votos en 2019 y es integrado como asesor por decisión de Mayoraz. En 2020 Peralta presentó una denuncia contra Mayoraz y Armas Belavi por retornos indebidos ante el Ministerio Público de la Acusación (MPA) de Reconquista, que años después fue desestimada por la fiscalía de Santa Fe por tratarse de una “cuestión moral y ética”. Desde 2023, Peralta es diputado provincial por el sector de Granata. 

En 2021 el bloque “Somos Vida y Familia” vuelve a sufrir una ruptura en la cámara baja de Santa Fe. Ghione arma el monobloque Una Nueva Oportunidad (UNO) en representación del primer partido evangélico de alcance nacional, fundado y presidido por el pastor del Ministerio Jesucristo Pan de Vida, y comienza a acercarse a JxC que luego mutará en Unidos para Cambiar Santa Fe, bajo la conducción del gobernador Maximiliano Pullaro.

“Luego de la división del bloque en diputados, Mayoraz comienza a acercarse a [Carlos] Kikuchi”, ex armador –junto a “el jefe” Karina Milei– de la candidatura presidencial de Javier Milei a nivel nacional. El que contó esto es José Bonacci, que aportó su partido Unite para la elección 2023 y detalló que Mayoraz “entró en el armado de LLA por el Partido Demócrata” de alcance nacional, al igual que el Movimiento de Integración y Desarrollo (MID) y el Partido Fe del fallecido Momo Venegas. Espacio político este último que en 2021 era parte del Frente de Todos. Guillermo Grisolía, apoderado de Unite en la elección provincial de 2019 y armador de Sergio Massa en la presidencial de 2023 en Santa Fe, confirmó esas negociaciones de Mayoraz con el entorno de “Kikuchi y LLA, por la mala relación que tenía con el PRO y el PJ”.

Mayoraz, Romina Diez y Carlos Kikuchi | Imagen: Internet

El contacto de Mayoraz con Kikuchi se da a través Mariano Gerván –afirmó Bonacci–, que junto a Santiago Santurio, ahora diputado nacional de LLA por la provincia de Buenos Aires (PBA), son parte de la organización Ciudadanos. Santurio además fue identificado por La Política Online y Diario Perfil como miembro de “La banda del Opus Dei” en el escándalo de sobresueldos en el ministerio de Capital Humano, de la que formarían parte el diputado provincial por PBA Agustín Romo y el reciente designado secretario de Culto, Nahuel Sotelo. Los tres vienen de San Miguel, territorio donde son fuertes los hermanos Pablo y Joaquín de la Torre, también relacionados con La Obra. “Gerván es Fasta [Fraternidad de Agrupaciones Santo Tomás de Aquino] y es el gestor de Kikuchi. Mayoraz se relaciona con todo el circuito que proviene de esa agrupación católica. Los hermanos de la Torre de San Miguel, que formaron parte del ministerio de Capital Humano, Santurio, etc.”, reconstruyó Bonacci, que se mantiene como asesor dentro del bloque de LLA en la Cámara de Diputados de la Nación.

Mientras negociaba su inserción en LLA para lograr la candidatura a diputado nacional junto a la economista e influencer Romina Diez y la podóloga Rocío Bonacci, Mayoraz trabajó en la creación del frente Viva la Libertad en la provincia. Esa movida le aseguró una cuota de influencia en el legislativo provincial a través de la banca de Armas Belavi. “Nadie estaba ungido por Milei, pero al armar ese frente ellos se referenciaron como sus representantes [en la elección provincial de 2023]. Fue una jugada estratégica”, afirmó un baquiano que conoce los círculos políticos santafesinos. 

Finalizada la elección general a presidente entre Massa y Milei el 22 de octubre de 2023, quedó dispuesta la nueva conformación de las cámaras legislativas nacionales. Sin importar lo que pasara en el balotaje de noviembre, Mayoraz –hasta ese momento diputado provincial– se había asegurado una de las tres bancas de LLA por Santa Fe. Confirmación que apaciguó una disputa de poder que durante dos años lo enfrentó con Romina Diez por liderar la lista nacional y el armado libertario. Esa disputa la saldó Karina Milei al ungir a Diez para construir desde Rosario en Santa Fe. 

“El armado de Gerván y Kikuchi, del que terminó formando parte Mayoraz, buscaba generar un grupo de diez diputados libertarios que funcionara como hoy funciona el sector de [Miguel Ángel] Pichetto”, aseguró Bonacci. “Con ese número de diputados, en la hipótesis de 2021 que no era con Milei presidente, el bloque se transformaba en una prenda de negociación a la hora de sancionar leyes”, un equivalente al Centrão brasilero según la interpretación del ex Modin.

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Al poco tiempo de asumir como diputado nacional, Mayoraz quedó envuelto en la controversia por el reparto de 465 mil kilos de leche en polvo que el Ministerio de Capital Humano le dio a distribuir a la Fundación Cooperadora Nutrición Infantil (CONIN) en todo el país. La organización que dirige el médico ultramontano Abel Albino debía repartir 10 mil kilos en Rosario y delegó la tarea en la Fundación Camino, a la que se relaciona con La Obra. Quien preside esa subsidiaria local de Conin es Cecilia María Rouillón, esposa de Mayoraz. Mientras se sucedía ese reparto tercerizado de alimentos, en Santa Fe el gobierno nacional ubicaba en la conducción provincial de Pami a Miguel Velazco, una persona a la que el periodista de Noticias, Juan Luis González, identificó como parte del círculo de Mayoraz.

Mayoraz en el Congreso de la Nación Argentina | Fotográfo: NN

Afianzado como parte del esquema de poder del bloque libertario en la cámara baja, el diputado nacional Mayoraz se mantuvo fiel y votó a favor todo lo que el ejecutivo mandó para ser debatido. Lealtad que le fue recompensada con la presidencia de la comisión permanente de Asuntos Constitucionales, un lugar clave para cualquier gobierno junto con Legislación General y Presupuesto. “Mayoraz es un tipo inteligente que tranquilamente podría ser jefe de bloque pero mantiene un perfil bajo”, reflexionó un diputado nacional del peronismo que afirmó que el libertario se destaca por contraste entre sus compañeros de bancada, a los que describió como “cuentapropistas”.

El abogado comenzó a perder ese perfil bajo con la reciente polémica por el dragado del río Paraná de Timbúes al puerto de Santa Fe. En declaraciones a LT10 que levantó el diario El Ciudadano, Mayoraz opinó sobre la controversia: “Hay que ser realistas, el puerto de Timbúes hacia el norte tenía muy poco uso y muy poca necesidad de dragado. Si no se usó en todos estos años ¿qué sentido tiene?”. Lenguas maliciosas bromearon con que las declaraciones del diputado libertario despertaron medias sonrisas que se veían desde Puerto General San Martín hasta la esquina de Córdoba y Corrientes, en Rosario.